sábado, 3 de diciembre de 2011

ANSELMO, EL MATAMULAS








En estos tiempos tan convulsos en todos los ámbitos de la sociedad, quiero rescatar para esta entrada un personaje anacrónico para muchas personas instaladas en una modernidad ficticia, que a veces puede llevar al engaño sobre algunos comportamientos que hoy en día son considerados retrógrados porque simplemente no son "cool", no son ratificados por los líderes de opinión o por las tendencias de la moda.

Y es que no es casualidad que triunfen en televisión series como Aquellos maravillosos años, en su día una de las mejores series de la historia de la televisión norteamericana, Amar en tiempos revueltos o desde hace más o menos unos diez años Cuentame como Pasó, quizás la mejor serie de la historia de la televisión española con el permiso de Verano Azul.

Está suficientemente claro que la sociedad española ha ganado muchas cosas con la entrada de la democracia y el fin de la dictadura de Franco, sobre todo el más preciado de los bienes, la libertad.
El matiz que introduce Cuéntame es tan sutil que facilmente puede ser tergiversado, distorsionado o simplemente mal entendido por los aladides del libertinaje. Aquellos que no entienden que la libertad de uno empieza donde termina la libertad del otro y que uno no es más moderno por utilizar frases actualmente en boga por los fanáticos del neoliberalismo como " prohibido prohibir".
No hubiese estado mal prohibir algunas conductas del incipiente régimen nacional socialista a principios de los años treinta cuando empezó a quemar libros y a restringir gravemente las libertades más básicas del pueblo judío de nacionalidad alemana, como tampoco hubiese sido un acto de sinrazón proteger las teorías de los primeros físicos al entender que al tratar de explicar el mundo no se atenta necesariamente contra los principios más sagrados de la religión, los que se denominan dogmas de fe.

Cuéntame como pasó, más allá de malos entendidos, nos explica la transición de la sociedad española desde una época en la que los derechos y las libertades estaban claramente restringidos, hasta la conquista paulatina de esos derechos y la transformación profunda de la sociedad durante el proceso de cambio de sistema político desde la dictadura a la democracia.
Sin duda, hoy en día hemos ganado más de lo que hemos perdido, pero muchos españoles que vivieron el proceso, no pudieron evitar sentir una especie de nostalgia que proviene del hecho que la vida pasa y ya no vuelve a suceder, de todos aquellos momentos compartidos- felices, tristes, duros, de alivio- que formaron parte de sus vivencias. También de sus familias y aquellos que ya no están, los amigos de la infancia que no continúan, los nuevos amigos hechos en el camino, los sinsabores del trabajo, las agridulces experiencias amorosas, aquellos días que nunca debieron suceder y aquellas noches que ojalá hubiesen sido eternas.
Junto a estas experiencias en " la España que se nos fue", una serie de valores, una forma de entender la vida que viró hacia otras cosas, otra sociedad, otra calle en definitiva. Los valores de Cuéntame están fuertemente ligados a la fortaleza de la familia, a la fraternidad de los antiguos barrios de vecinos, a que nada es demasiado malo si puede ser compartido, a que uno se puede equivocar y cagarla profundamente, pero todo tiene solución si alguien cercano puede entenderte o te da la medida de quién eres y o de quién has dejado de ser.

Hoy en día, tras muchas y necesarias mejoras, tras libertades y derechos conquistados con mucho sufrimiento y las vidas perdidas o apagadas de muchas personas, podemos decir que algo nos dejamos en el camino. Lo podemos palpar en la impersonalidad de las grandes ciudades como Madrid y Barcelona, la frialdad de las personas con las que nos cruzamos en el metro o por las calles del centro. La sensación de que todos debemos mirar por nuestro culo y allá lo que le pueda pasar al resto. Todos estos valores, este calor humano es el que ha querido recuperar Cuéntame para explicarnos que no siempre cuando avanzamos hacia un horizonte soleado llevamos en nuestra mochila lo mejor de nosotros mismos.

Hay un personaje que ha cautivado mi atención por la serie, se trata de Anselmo el Matamulas, el padre de Paquita, la mujer de Miguel, el hermano de Antonio Alcántara, y la sobrina de Mercedes, mujer de Antonio.
Anselmo, fantásticamente interpretado por el actor vasco de teatro Paco Sagarzazu, empezó siendo un personaje residual que residía en Sagrillas, el pueblo ficticio natal de la familia Alcántara situado en la provincia de Albacete. El Matamulas nació para Cuéntame hace unas temporadas cuando Miguel tiene que visitar a su suegro de manera obligatoria y ganarse sus favores a la hora de pedir la mano de la Paca, que de ninguna manera pude estar amancebada con el bueno de Miguelón.

Ya desde ese primer viaje de Miguel Alcántara- interpretado con galones por Juan Echanove- el Matamulas se adueñó de la pequeña pantalla propiciando un soberano puñetazo a Miguelón al enterarse de las pretensiones con su hija y fue protagonista de una escena memorable atrincherándose en un campo de tiro a la espera de que los Alcántara en grupo suban para hacerle cambiar de parecer sobre el futuro de Miguel Alcántara y su hija.

Anselmo representa un hombre de convicciones fuertes y firmes, arcaico, rígido y conservador si se quiere, pero que no atisba en ningún momento la sombra de la duda en sus actuaciones. A pesar de su dureza, en todo momento Anselmo destila una bis cómica imparable y esa especie de aire entrañable que ha acompañado a los grandes hombres duros de la pantalla como Clint Eastwood o John Wayne. En definitiva, un personaje en mayúsculas con un posicionamiento auténtico e identificable desde lo masculino. Algo difícil de encontrar en estos tiempos donde asistimos a un hombre completamente descolocado por el cambio de rol y la creciente masculinización de la mujer y que no termina de asumir que es lo que quiere ser él ante tanto deseo de realización, tanto empuje y tanto pedir paso de la mujer actual.

Por eso Anselmo hace un gran duo con Miguelón Alcántara y le instiga constantemente a que se coja los machos, a que diga claramente donde quiere estar y que es lo que quiere hacer. Sería algo así como la conciencia masculina en los tiempos de transición a la democracia y la ola de cambios que se avecina para los personajes de Cuéntame como Paso.

" Miguel, en esta vida tienes que decidir lo que quieres ser: halcón o pollito"
" Yerno, no te haces respetar...si viene el de las Cervezas tú eres el que dice cuantas cajas compras y cuando te las traen"
" Yerno una cosa es el matrimonio y otra el Fornicio", " Alguna vez hay que echar una cana al aire, pero sin perder de vista quién es uno y la familia que tiene"

Estas son algunas de las frases más memorables de El Matamulas, un hombre que no está dispuesto, ya en su vejez, a perder el tiempo y caer en medias tintas o tonterias en forma de concesiones estúpidas. Por eso no lo duda a la hora de viajar a Madrid y divertirse en la noche madrileña o disfrutar del cariño de algunas " mujeres alegres de la capital"
No sabemos que le deparó el pasado con una hija con tanto carácter como Paquita y con la madre de ésta, pero El Matamulas parece dispuesto a aprovechar sus últimos años de vida y adoctrinar como guía masculino al bueno de Miguelón, un personaje que se debate constantemente entre lo que quiere hacer y lo que debe, entre el amor y devoción por Paquita y sus niñas y su autoestima y dignidad masculina.
Sin duda, una recreación premonitoria y bastante visionaria de muchos de los conflictos que tenemos como hombres en la actualidad, de los cuales Anselmo parece haberse haberse sacado de encima y liberado completamente para caminar por una senda de la virtud a su vejez.

En definitiva, un gran acierto de Cuéntame como Paso, una serie que debe su notable y merecido éxito no solo a las tramas que narra y al relato de los años más trascendentes de la historia reciente de nuestro país, sino también a los grandes personajes que ha sido capaz de crear, la familia Alcántara y todo su entorno del barrio de San Genaro y su pueblo natal, Sagrillas, a  donde pertenece Anselmo, El Matamulas.








5 comentarios:

  1. Me ha encantado tu entrada.

    Yo también soy una fiel seguidora de esta serie -para mí de las mejores que se han hecho en España- y el personaje de Anselmo y esa cierta dualidad tan curiosa me hechizan por completo.

    No puedo dejar de estar completamente de acuerdo con tus palabras.

    Buen blog.

    Un saludo.

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  2. Muchas gracias por tus bonitas palabras, Persefone.

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  3. Hola,

    He conocido este blog a través de un comentario que has dejado tú en otro, y me ha gustado mucho el tema que tratas aquí,

    Me gustaría invitarte a leer el siguiente enlace sobre la libertad; me gustaría saber tu opinión,

    Un saludo,

    Jose

    http://josearnedo.blogspot.com/2011/11/john-stuart-mill-sobre-la-libertad.html

    "El hombre busca la libertad pero luego no la respeta".

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  4. Hola, gracias por tu comentario.
    Precisamente he escrito y he hablado en la radio sobre John Stuart Mill, un economista fascinante, el más iluminado de la escuela clásica.Lo leeré y te daré mi opinión.

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  5. Hola de nuevo, Andy,

    Espero verte por mi línea de ensayos; desde que nos intercambiamos estos mensajes he publicado sobre el Comunismo, Popper, Schopenhauer...

    Un saludo de un nuevo seguidor :)

    Jose - Blogosfera

    http://josearnedo.blogspot.com

    "Quizá esté yo equivocado y tú en lo cierto, quizá con un esfuerzo a la verdad nos acerquemos."

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